Hoy, que un impensado suceso pandémico disparó una verdadera fiebre interpretativa sobre el futuro, es bueno volver a los diferentes escenarios que la literatura y el cine imaginaron al respecto. Distopías llenas de vigilancia, desigualdad y competencia que, aún con sus exageraciones, resultan a veces más acertadas que todos los discursos que nos aturden día a día.
Apocalipsis imaginarios a mitad de camino entre la sátira y el pesimismo pop que tienen mucho para enseñarnos y responder una gran pregunta:
¿QUÉ VAMOS A HACER DESPUÉS DEL FIN DEL MUNDO?
Luis Alberto Pescara