Uno
de los datos que trascendió tras la muerte de David Bowie fue el de su
voracidad como lector, que en los últimos años lo llevó a leer varios libros
por semana. Ventajas de tener mucho tiempo libre, diría el ciudadano común. Pero más
allá de este dato puntual, son numerosos los músicos que han encontrado
inspiración en la literatura a la hora de crear.
La influencia literaria en la música popular es a veces subestimada. Hay que pensar que durante los primeros años del ‘music business’ no había estrellas consolidadas a las que los jóvenes artistas pudieran imitar y admirar, por lo que muchos eligieron a los escritores como un temprano punto de referencia. Desde entonces, contrariamente a lo que muchos piensan, hay una gran cantidad de canciones de pop y rock que reflejan las pasiones literarias de los músicos. A continuación repasamos algunos de los textos visitados a la hora de componer y las piezas que originaron.
Cumbres
borrascosas (Emily Brontë): “Wuthering
Heights” Kate Bush.
Morella (Edgar Alan Poe): “Morella” Los piojos.
La
Venus de las pieles (Leopold Sacher Masoch): “Venus in Furs”
Velvet Undergroud.
Alicia en el país de las
maravillas (Lewis Carroll): “I’m the Walrus” The Beatles, “White Rabbit” Jefferson Airplane, “Canción de Alicia en el
país” de Charly García.
Una habitación propia
(Virginia Woolf): “Shakespeare’s Sister” The Smiths.
El Maestro y Margarita
(Mijaíl Bulgakov): “Sympathy for the Devil” The Rolling Stones.
1984
(George Orwell): “1984” David Bowie, “California Uber Alles”
Dead Kenedys, “Wake Up!” Oingo Boingo, “Irresponsible Hate Athem” Marylin
Mason, “Testify” Rage Against the Machine, “2+2= 5” Radiohead, “Resistance” Muse.
Un Mundo Feliz (Aldous
Huxley): “Brave
New Wold” Iron Maiden.
Lolita
(Vladimir Nabokov): “Don’t
Stand so Close to Me” The Police,
“Off the Races” Lana del Rey.
El
Extranjero (Albert Camus): “Killing an Arab” The Cure.
Un día perfecto para el pez
plátano (J.D. Salinger): “A perfect Day, Elise” P.J. Harvey.
Historias de locura
ordinaria (Charles Bukowski): “Polaroid de locura ordinaria” Fito Páez.
El
Perfume (Patrick Süskind): “Scentless Apprentice”
Nirvana.
El retrato de Dorian Gray
(Oscar Wilde): “Narcissist” The Libertines.
Los
ejemplos pueden extenderse indefinidamente. Existen casos en los que un disco
entero está dedicado a un autor, como “Tales of Mistery and Imagination” de The
Alan Parsons Project y el inevitable “Artaud” de Luis Alberto Spinetta, uno de
los discos esenciales del rock argentino. También están quienes homenajean a
los autores desde su identidad, como Bob Dylan, quien eligió su nombre
artístico debido a su admiración por el poeta galés Dylan Thomas, o The Doors, quienes
eligieron su nombre a partir de los versos de William Blake "Si
las puertas
de la percepción
se depurasen, todo aparecería ante los hombres como realmente es: infinito”. Todo
indica que infinitas son también las formas que toma la inspiración.
Artaud (1973): Luis Alberto Spinetta - Pescado Rabioso