No llegues a mí sin pronunciar mi nombre
No te acerques sin que la lluvia te haya besado
Ni los iluminados te hayan respondido
Ni pequeños pájaros azules y verdes hayan volado sobre ti
Abre la ventana que te acechaba
Que miraba hacia adentro
Y cubría tus deseos ignotos
(La virtud asomará como una virtud en los vitrales)
Y al olvidar, al volver
Serás la misma
Entonces no te acerques sin que cure tu mal
Y huya tu muerte
Yo soy tu vida
Malentiéndeme